El término «monzón mexicano» no es un fenómeno climático reconocido o específico de México. El término «monzón» se utiliza comúnmente para referirse a un patrón estacional de vientos y precipitaciones que se produce en ciertas regiones del mundo, principalmente en el sur y sureste de Asia. Estos monzones están asociados con cambios en la dirección de los vientos debido a la diferencia de temperaturas entre los océanos y las tierras circundantes.
En México, no existe un fenómeno climático similar al monzón asiático. Sin embargo, México experimenta variaciones estacionales en las precipitaciones debido a la influencia de diferentes sistemas climáticos, como los frentes fríos y las corrientes de aire provenientes del océano Pacífico y del Golfo de México.
En términos de consecuencias climáticas en México, el país es propenso a eventos extremos, como huracanes, tormentas tropicales y fuertes lluvias. Estos eventos pueden llevar a inundaciones, deslizamientos de tierra y daños a la infraestructura. Algunas regiones del país, como la costa del Pacífico y el Golfo de México, son especialmente vulnerables a estos fenómenos.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el “monzón mexicano” comienza durante la primera quincena de julio, por lo que se esperan lluvias muy fuertes, con descargas eléctricas, granizo y fuertes rachas de viento.
El vocablo “monzón” viene de la palabra árabe mausim, que significa estación. Se refiere a un cambio estacional sobre la dirección de los vientos entre el continente y el océano.
Los estados afectados por el monzón mexicano serán Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora. Se prevé que haya deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos e inundaciones en zonas bajas.
Según registros de Conagua, de 1991 al 2000, más del 60 por ciento de las lluvias anuales en el noroeste de México se presentan durante en monzón.
Climatológicamente, el “Monzón mexicano” se presenta en el noroeste del país, a finales de junio o principios de julio y puede extenderse hasta septiembre.
Se caracteriza por el cambio estacional en la dirección de los vientos cálidos y húmedos entre el continente y el océano; en el noroeste, los vientos y la humedad proceden del Océano Pacífico y del Golfo de California.
Durante el monzón, de julio a septiembre, pueden registrarse acumulados de lluvia de 900 milímetros en zonas de Nayarit, de 650 mm en porciones de Sinaloa y de 250 mm en regiones de Sonora, lo cual proporciona humedad para el desarrollo de la agricultura y recarga de los embalses.
Es importante destacar que el clima y sus patrones pueden variar ampliamente en todo México debido a la diversidad geográfica del país, que incluye regiones montañosas, desiertos, costas y selvas. Por lo tanto, las consecuencias climáticas pueden ser diferentes en cada región y estar influenciadas por diversos factores geográficos y atmosféricos.

