La mandarina es una de las frutas más populares en los mercados, en esta temporada. Además de su rico sabor, este cítrico es rico en vitaminas y minerales. Y por si fuera poco, es considerado como un alimento perfecto durante el embarazo gracias a su elevado contenido de ácido fólico.
Dicho esto, las mandarinas ayudan a mantener un peso saludable, equilibrar el nivel de azúcar en sangre, reducir la retención de líquidos y mejorar el sistema inmunológico. He ahí las principales razones por las que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo.
En 2021, México sembró 22 mil 747 hectáreas de mandarina, de las cuales se obtuvieron 238 mil 276 toneladas. El principal estado productor es Veracruz, que aporta el 42.4% (101,133 ton), le siguen Puebla con 62 mil 686 toneladas (26.3%) y San Luis Potosí con 21 mil 946 (9.2%).
Estos tres estados aportan el 77.9% de la producción nacional. Las variedades de mandarina que se cultivan en nuestro país son: Dancy (129,767 toneladas); Fremont (55,741 ton); Criolla (26,605 ton); Murcot (23,790) y Fairchild (2,373 ton).
Gracias a sus propiedades, las cáscaras de las mandarinas pueden usarse a la hora de cocinar, preparar infusiones o hasta cremas cosméticas para la cara.
Si deseas darle un toque especial y saludable a diferentes tipos de recetas, utilizar la piel de la mandarina es una buena opción. Por ejemplo, puedes usar la ralladura de las cáscaras en la elaboración de postres como natillas, flanes o arroz con leche.
Asimismo, la cáscara es un gran aliado para combatir los resfriados. Basta con usarla para descongestionar la nariz. Para ello, necesitas hervir bien el agua y añadir la piel tras lavarla de manera correcta, dejándola reposar unos minutos, para posteriormente respirar los vapores o también se recomienda beber el líquido.
También pueden usarse como ambientador para aromatizar la nevera o los armarios. Basta con introducirla en una bolsa de tela fina y colgarla en las estanterías o baldas para que el aroma impregne el espacio cerrado.
Otra alternativa es utilizar las cáscaras para realizar mascarillas que permiten mejorar el aspecto de la piel sin gastar de más. Luego de triturar la piel, mezcla la masa con aceite de oliva o aguacate hasta lograr una textura cremosa.
El contenido proporcionado no pretende sustituir la consulta médica con un profesional. Si no está seguro de su condición médica o la de un miembro de su familia, consulte a un médico. De igual manera si presenta alguna reacción alérgica.
Las mandarinas ya se cultivaban hace 3,000 años en India y China, aunque las que nosotros conocemos, las mediterráneas, no aparecieron hasta el siglo XIX. Hoy en día, se producen miles de toneladas de este cítrico más pequeño y achatado que la naranja, con aroma y sabor dulce y fresco, pero no demasiado intenso, y muy práctico de comer ya que con quitarle la cáscara es más que suficiente para poder disfrutarlas.