Nombre científico: «Aphis sp.»
Descripción: Los pulgones son pequeños insectos que succionan la savia de la planta y que poseen una gran capacidad reproductora. Por ello, muchas especies de pulgones son algunas de las plagas más destructivas en horticultura, agricultura, silvicultura y en espacios verdes y jardines.
Existe un gran número de especies de pulgones; en el mundo se detectaron unas 4000 especies, de las cuales alrededor de 500 son plagas de cultivos. Aproximadamente, 60 de estas especies son de origen neotropical, 17 son de originarias de América del Norte y el resto son mayormente de Eurasia.
Las especies más comunes de pulgones son: Aphis gossypii (pulgón del algodón), Myzus persicae (pulgón verde del melocotonero), Myzus nicotianae (pulgón del tabaco), Macrosiphum euphorbiae (pulgón de la patata), Aulacorthum solani (pulgón de la digital).
Sintomatología: Los pulgones tienen gran importancia ecológica y agronómica. Muchos constituyen plagas que comprometen el valor de los cultivos, así como también a las plantas ornamentales. Así mismo, pueden causar distintos tipos de daños a los cultivos o las plantas ornamentales. Los daños directos se ocasionan al succionar el floema de las plantas. Tanto las ninfas como los adultos extraen nutrientes de la planta y alteran el balance de las hormonas del crecimiento. Esto debilita las plantas, detiene el crecimiento, y si el ataque es muy severo las puede secar.
Existen también efectos indirectos de los pulgones sobre las plantas como consecuencia de la alimentación. Por un lado, los pulgones excretan el exceso de azúcar como una melaza, que al depositarse sobre las hojas favorece el desarrollo de mohos de hollín, tizne o negrilla, reduciendo la actividad fotosintética de la planta. Adicionalmente, cuando este hongo mancha los frutos, deprecia su valor comercial. Por otro lado, pueden transmitir a la planta una gran variedad de sustancias tóxicas y/o ser vectores de virus fitopatógenos.

MÉTODO DE CONTROL
Haz clic en el nombre para más información.