La mano de buda es uno de los cítricos más peculiares que podemos encontrar. Es de origen asiático, cuenta con una fragancia y sabor únicos que, mezclan el limón con el azahar.
Este curioso cítrico se caracteriza por los dedos o tentáculos que se ven a primera vista. Esta variación fue hecha por el hombre y deriva de la cidra, un cítrico que tampoco tiene pulpa y su piel es lo más preciado en el mundo de la perfumería y la industria alimenticia.
El extenso camino recorrido por este cítrico a lo largo de la historia se remonta a los tiempo de la antigüedad. Originalmente es de la India, y más tarde fue llevada por los monjes budistas a China, donde se conocería la fruta como «wu zhi gan» (o mandarina de cinco dedos).
Por lo general, no sólo se usaba como símbolo de riqueza, felicidad y longevidad, si no también como ofrenda a los dioses o como regalo tradicional de año nuevo.
El árbol es sensible a la congelación, al calor intenso y a la sequía. Zonas como el sur de California y los valles interiores se consideran ideales para su cultivo. Los árboles se pueden cultivar por esquejes de ramas de entre 2 y 4 años.
Crece en arbustos o pequeños árboles con ramas largas e irregulares cubiertas de espinas. Sus hojas largas y oblongas son de un color verde pálido y llegan a medir de 10 a 15 cm. Sus flores blancas están teñidas de púrpura por fuera y crecen en fragantes grupos. La época de maduración y recolecta de esta variedad se extiende desde septiembre a marzo.
Al igual que los limoneros, este árbol es delicado a las enfermedades por lo tanto es común que presenten signos como de pudrición de fruta, pulgones, ácaros y parásitos.
La fruta tiene una piel gruesa y solamente una pequeña cantidad de pulpa ácida (en caso de tener alguna), y no tiene jugo ni, a veces, semillas.
Como resultado a esta falta de pulpa, el fruto es mucho menos amargo que el resto de cítricos y sus usos van desde el confitado de su piel, hasta su ralladura en los postres o sus esencias en los platos horneados e infusiones.
El cítrico amarillo es un producto distintivo cultivado por un pequeño número de productores que producen anualmente volúmenes relativamente constantes de la fruta, pero como forma parte de la familia de los cítricos, también es una fruta de producción alternativa.
Aunque no es tan común como otros cítricos, como la naranja o el limón, el mano de Buda se cultiva en algunas regiones de México. Se concentra principalmente en las regiones subtropicales y templadas del país, donde las condiciones climáticas son adecuadas para su crecimiento. Los estados de Puebla, Veracruz y Michoacán son algunas de las áreas donde se cultiva esta fruta.
La propagación de la mano de Buda se puede hacer a través de semillas, esquejes o injertos. Una vez establecida la planta, requiere cuidados regulares, como riego adecuado, control de plagas y enfermedades, y poda para mantener su forma característica.
El mano de Buda tarda aproximadamente de 6 a 7 meses en madurar y está listo para la cosecha cuando su piel se vuelve amarilla.
Se utiliza principalmente en la industria alimentaria para la elaboración de licores, mermeladas, perfumes y como decoración en la cocina. También se utiliza en la medicina tradicional para sus supuestas propiedades medicinales.
La mano de Buda es muy fragante y es usada principalmente por chinos y japoneses para perfumar habitaciones y objetos personales como la ropa.
La piel de la fruta se puede caramelizar. También se usa en cocina su cáscara y su médula, que no es tan amarga como en otros cítricos.
Las propiedades nutricionales es otra de las cualidades que hacen este alimento sea muy completo en todos los aspectos. Tiene alto contenido en vitamina C, calcio y fibra. Al mismo tiempo, es un producto excelente para las dietas, pues su bajo aporte calórico evita la subida de peso exagerada, ya que contiene poca grasa. Pero de todas las propiedades, los aceites esenciales y antioxidantes se llevan la palma, por ser los principales protectores contra muchas enfermedades.
La mano de Buda es un alimento muy versátil, que cumple con muchas funcionalidades:
- Propiedades medicinales. Este producto se usaba frecuentemente para tratar los problemas digestivos, cumpliendo la función de tónico. Para tratar el dolor de estómago o espasmos en el tracto digestivo, tos, resfriados… solamente es necesario usar las hojas y el aceite del fruto para así conseguir una infusión calmante.
- Rituales religiosos. En este caso, muchas culturas budistas consideran el alimento como una ofrenda siempre y cuando los dedos o tentáculos estén cerrados. Si los dedos de la fruta están esparcidos no es válido, pues en la religión budista la mano cerrada representa la oración.
- Perfumería y cosmética. A medida que ha avanzado la medicina, el fuerte aroma que le caracteriza se ha convertido en el principal motivo de reclamo del alimento. De esta manera, es muy común ver la mano de Buda perfumando las casas asiáticas.
- Cocina y coctelería. Es la mejor acompañante para la coctelería gracias a su aroma. En el ámbito gastronómico la piel es la protagonista, ya que la pulpa es áspera y tiene poco zumo. Su corteza posee un néctar sabroso, por lo tanto el triunfo de este alimento se alcanza caramelizándola para así sacarle más partido.
En resumen, el cultivo del cítrico mano de Buda en México se concentra en las regiones subtropicales y templadas del país, requiere condiciones climáticas adecuadas, suelo bien drenado y cuidados regulares para obtener una cosecha exitosa. Es una fruta utilizada principalmente en la industria alimentaria y en la medicina tradicional.