Pérdidas y daños millonarios dejó el huracán Roslyn en siete municipios del norte de Nayarit. Tras su paso hace una semana, destruyó cultivos y tierras agrícolas de naranja, limón, plátano, sandía y mango, causó afectaciones totales a camaroneros y ostioneros y dejó sin techos miles de casas rurales.
A la fecha se desconoce el costo total de la destrucción, pues la Secretaría de Bienestar aún continúa con el censo. También provocó el colapso de la red eléctrica en la franja costera que abarca del sur de Santiago Ixcuintla al norte de Tecuala en los límites con Sinaloa.
Desde las primeras horas del domingo pasado, fuertes vientos, con rachas sostenidas de casi 200 kilómetros por hora, se sintieron desde las playas El Sesteo y Boca de Camichín, al sur de Santiago Ixcuintla, hasta El Roblito, al extremo norte de Tecuala, municipio que colinda con Teacapán, en Sinaloa.
La costa de casi un centenar de kilómetros, incluida Novillero –la playa “más larga del mundo” con 82 kilómetros–, se convirtió en amplia zona de impacto, donde Roslyn arrasó con todo lo que halló a su paso, en la mayoría de poblados rurales, así como en la cabecera municipal de Acaponeta, durante dos horas.
Habitantes de San Miguel, en el municipio de Acaponeta, 114 kilómetros al norte de la capital nayarita, recordaron que la madrugada del domingo 23 de octubre “era un rugir con furia; el ventarronazo se mezclaba con los ruidos de ramas quebradas y el crujir de los fierros y láminas de nuestros tejabanes y los de los vecinos”.
Fueron muchos y muy lentos, casi eternos, los minutos que pasaron refugiados en su casa. Pasado el embate del huracán, y tras sus plegarias a la Guadalupana, salieron sólo para ver que ninguno de sus árboles de guayaba, mango, naranja, yaca y limón quedaban en pie.
“Los sacó de raíz, igual que se llevó los tinacos, las láminas y tumbó los tejabanes”, describieron su desgracia.
En Pescadero, Pancho Villa y otras comunidades de pescadores ribereños de las marismas nacionales en las lagunas Brava y del Chumbeño, de los municipios de Rosamorada y Tecuala, la zafra camaronera que había iniciado la segunda semana de septiembre fracasó y se acabó, “la producción del crustáceo se la llevó Roslyn y así nos hundió en la miseria”, declaró Juan de Dios Fernández, dirigente de la Federación de Pescadores Ribereños de Nayarit.
Leonardo Pérez recordó que llegó a Pescadero cuando tenía 15 años, y en seis décadas “nunca había sido testigo de la furia de un huracán como Roslyn, ni siquiera hace 20 años, con el huracán Kenna, que nomás silbaba”.
En Boca de Camichín, los más de 200 socios de la cooperativa de ostioneros también perdieron todos sus cultivos, pero aún hacen esfuerzos por seguir adelante y recomenzar su producción, para tener algo en abril y mayo del próximo año.
En tanto, colapsó la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a lo largo de unos 80 kilómetros, igual que en sus ramales y poblaciones, desde el entronque que lleva a la isla de Mexcaltitán y a la región de Las Haciendas, zona de marismas nacionales, donde oficialmente Roslyn tocó tierra a las 6:20 horas del domingo.
El fenómeno dejó sin electricidad a más de 100 mil habitantes de los municipios de Santiago Ixcuintla, Tuxpan, Rosamorada, Tecuala, Acaponeta, Huajicori y Del Nayar.
Sin embargo, la red de alta tensión de 79 kilómetros quedó reparada en cinco días. Alrededor de 2 mil trabajadores de la CFE de los estados de Coahuila, Jalisco, Sinaloa, Colima y Michoacán, llegaron a apoyar al personal de Nayarit. El sábado, después del mediodía se restableció casi en su totalidad el servicio.
Tras el paso de Roslyn, el gobierno de Nayarit anunció que destinará 70 millones de pesos de recursos propios; 20 millones para la isla de Mexcaltitán, donde 80 por ciento de las viviendas tuvo afectaciones, el resto para acciones urgentes en las demás comunidades, en su mayoría ribereñas de la costa de Santiago Ixcuintla, Rosamorada, Tecuala y Acaponeta.
La Coordinación Nacional de Protección Civil emitió el viernes la declaratoria de emergencia para los municipios de Acaponeta, Bahía de Banderas, Huajicori, San Blas, Tecuala, Santiago Ixcuintla, Tuxpan y Rosamorada. Con esta acción, se activan los recursos del Programa para la Atención de Emergencias por Amenazas Naturales, asignados por el gobierno federal.