Un insecto no nativo de esta región, el psílido asiático del cítrico, que transmite la enfermedad Huanglongbing (HLB), también conocida como enfermedad del dragón amarillo o enverdecimiento de los cítricos (citrus greening, en inglés), da dolor de cabeza a esta poderosa industria.
En 2004, el año anterior a la llegada del citrus greening al estado, los citricultores de Florida produjeron 242 millones de cajas de naranjas. Pero en su última previsión publicada en julio, el USDA estima que los naranjales de Florida solo producirán unos 41 millones de cajas en este año. Este rendimiento será el más bajo desde la temporada 1944-45, cuando los productores produjeron 42.1 millones de cajas.
Es importante mencionar que la temporada de naranja en Florida va de octubre a junio, aunque el pico de producción se da a finales e inicios de año.
Traídas por los conquistadores españoles en el siglo XVI, las naranjas son una seña de identidad de Florida. Las naranjas cultivadas en Florida se utilizan principalmente para la producción de jugo de naranja comercializado bajo marcas como Tropicana, Minute Maid y Florida’s Natural, pero la fuerte caída de la producción está afectando a todos los niveles del sector de los cítricos.
Sólo Brasil supera en producción de jugo de naranja a Florida, una tierra muy apta para el cultivo de estos cítricos originarios de Asia que fueron introducidos por los árabes a España, desde donde dieron el salto al «nuevo mundo» descubierto en 1492 por Cristóbal Colón para la Corona española.
A Florida la naranja llegó alrededor de 1565 junto con los expedicionarios de Juan Ponce de León y empezó a producirse de manera industrial en el siglo XIX.
Hoy es un sector que mueve seis mil 700 millones de dólares al año y da empleo a más de 30 mil personas, cifras importantes pero en declive si se comparan con las de hace solo unos años atrás.
La enfermedad del enverdecimiento de los cítricos se detectó por primera vez en Asia a finales del siglo XIX y ya ha causado estragos en Asia, África, la Península Arábiga y Brasil, además de Estados Unidos, que tiene otro polo de producción en California, donde la naranja fue introducida por los misioneros españoles.
Se sabe que el vector arribó a los Estados Unidos a través de los puertos comerciales, siendo la primera detección en Florida en el año 2015, aunque también California y Texas ya presentan el problema, cuyo resultado se materializa como fruta no comercializable.
«Una vez que un árbol se infecta, no tiene cura. Aunque la enfermedad no representa una amenaza para los seres humanos o los animales, ya ha destruido millones de hectáreas de cultivos de cítricos en Estados Unidos y el extranjero», dice el Departamento de Agricultura estadounidense.
Los árboles infectados producen naranjas más pequeñas, de tonalidades verdosas y con un jugo menos dulce que no cumplen con los estándares de calidad.
«Nuestros productores han enfrentado muchos desafíos durante la última década, incluido el impacto continuo del enverdecimiento de los cítricos y los eventos climáticos severos, desde el huracán Irma hasta las heladas, pero están comprometidos a salvar esta industria a través de la innovación, dedicación y tenacidad”, subrayó Nikki Fried, comisionada de Agricultura de Florida.
Esta situación podría resultar de mucho interés para los agricultores mexicanos, pues de continuar a la baja la producción de naranja en Florida, seguramente el mercado estadounidense requerirá aumentar sus importaciones de este cítrico, que aunque es el más producido en México, las exportaciones son mínimas, dado que históricamente la industria naranjera en Estados Unidos ha sido sólida.