A una semana de terminar el invierno, las temperaturas comienzan a subir, en algunas zonas, y el próximo 20 de marzo llegará la primavera. Dando inicio a un nuevo ciclo con las estaciones del año.
El equinoccio de primavera 2023 entrará en el hemisferio Norte del planeta el lunes 20 de marzo en punto de las 15:24 horas del centro de México, según datos reportados por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Cuando ocurre un equinoccio significa que el Sol cruza del hemisferio Sur al hemisferio Norte, haciendo que el día y la noche tengan la misma duración, indica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este año, la primavera tendrá una duración de 92 días, 17 horas y 33 minutos, justo hasta el momento en que se dé paso al solsticio de verano el 21 de junio de 2023 a las 08:57 horas.
La palabra equinoccio significa “igual-noche”, lo que hace referencia al instante en que la Tierra alrededor del Sol intercepta el Ecuador del cielo.
Cada año en su recorrido alrededor del Sol, la Tierra experimenta dos equinoccios y dos solsticios, correspondientes al inicio de las cuatro estaciones, que serán diferentes en cada hemisferio.
Así, cuando comience la primavera en el Norte, en el Sur entrará el otoño y cuando empiece el verano en el primero, en el segundo se irá notando poco a poco la llegada del frío invernal.
En el caso del equinoccio de primavera, la Tierra se sitúa en un punto en el que los rayos solares inciden directamente sobre el Ecuador. A partir de este momento las noches se van haciendo más cortas y los días más largos.
Aunque regularmente se acostumbra celebrar el equinoccio de primavera el 21 de marzo, no todos los años ocurre el mismo día, por lo que puede tener lugar entre el 19 y el 21 de marzo.
Al alcanzar ese punto en el espacio, el día y la noche tienen la misma duración, 12 horas, en todo el planeta, a excepción de las regiones polares.
Esto se debe, según expertos de la UNAM, a que los calendarios hacen un conteo de días enteros, mientras que los ciclos astronómicos se dan en números fraccionarios, es decir, la duración del año en el calendario de 365 días no coincide exactamente con el tiempo que tarda la Tierra en orbitar al Sol, ya que un año solar dura 365 días y 6 horas aproximadamente. Debido a ese desfase la fecha de los equinoccios varía.
Tradicionalmente, los equinoccios han tenido una gran importancia en muchas culturas, ya que representaban el fin del invierno y el inicio del ciclo agrícola, con la abundancia que esto suponía. En los calendarios de India y Persia, el equinoccio de primavera era también el día de inicio del año, y actualmente muchas culturas del mundo celebran el equinoccio de distintas formas:
- El festival Holi en Bhopal, India.
- El Nowruz, Asia central.
- La fiesta del agua de Songkran, Tailandia.
- El festival del queso rodante, Gloucester, Inglaterra.
- La carrera de huevos de Pascua de la Casa Blanca, Estados Unidos.
- El Floriade, Australia.
- El Cimburijada, Bosnia.
- La Fiesta Equinoccio de primavera en Teotihuacán, México.
En torno al equinoccio de primavera han surgido diversas prácticas y creencias que si bien son respetables, en realidad no tienen un sustento científico. Por ejemplo, se dice que el Sol emite con mayor intensidad su energía hacia la Tierra, pero no es así. La radiación es la misma para todo el mundo y su intensidad es la misma, semanas antes y semanas después de la presencia de este fenómeno.
Sin embargo, todas estas creencias no tienen nada que ver con los cálculos que conocemos hoy en el campo de la física y astronomía sobre el movimiento del Sol, la Luna y las estrellas.