* Introducción
En la actualidad, los cítricos constituyen el principal producto frutícola a nivel mundial por sus ventajas y beneficios. Sin embargo, cuando se pretende establecer un proyecto de una o más especies de frutales tropicales o subtropicales, inicialmente es necesario determinar si las condiciones ambientales de tipo climático y edáfico (relativo al suelo) se ajustan a las necesidades de cada especie. El clima determina dicha especie, así como las variedades e incluso la estrategia de producción.
Entre los factores climáticos que ejercen influencia sobre los cítricos, se destacan la temperatura, la humedad, la precipitación, el viento y la luminosidad.
* Antecedentes
En general, los cítricos son árboles de hoja perenne, poseen una marcada competencia entre el crecimiento vegetativo y productivo, un sistema radicular relativamente superficial y un gran desarrollo del área foliar. Se adaptan a diversas situaciones ecológicas comprendidas entre el Ecuador y latitudes ligeramente superiores a los 40° Norte y Sur.
Estos árboles necesitan suelos permeables, humedad tanto en el suelo como en la atmósfera y unas temperaturas cálidas, alcanzan su máximo desarrollo en las áreas subtropicales (30-40° latitud Norte y Sur). Es por esto, que en estas áreas la producción es estacional y la calidad del fruto para el consumo en fresco es excelente, ya que tiene una coloración anaranjada o amarilla muy atractiva y aunque el contenido de jugo no es muy alto éste tiene una relación de azucares y ácidos muy agradable al paladar.
En las regiones tropicales desde el Ecuador hasta 24° latitud Norte y Sur la calidad del fruto es muy variable y depende de los microclimas y la altitud. Por ello, la producción es casi continua a lo largo del año y generalmente los frutos no alcanzan su color característico. Estos son jugosos, muy dulces, poco ácidos y se destinan principalmente al consumo local.
* Temperatura
La temperatura es el componente del clima más importante, ya que es fundamental para el desarrollo vegetativo de la floración, del cuajado y de la calidad de los frutos. Sin embargo, la temperatura entre 25ºC a 30ºC se consideran óptimas para la actividad fotosintética de las plantas.
Así mismo, la máxima temperatura que pueden soportar los cítricos es de 51ºC sin que llegue a producir daños, aunque por otro lado con temperaturas a 50º se han observado quemaduras en tronco y ramas, por lo que es difícil establecer valores absolutos, prescindiendo de elementos como humedad, viento seco, y demás. No obstante, se expresa que los cítricos se desarrollan hasta las temperaturas antes mencionadas en líneas generadas con una temperatura óptima de 23º a 34ºC.
Referente a temperaturas mínimas, éstas son muy variables dependiendo de la variedad, estado sanitario, edad del árbol, etc., citando la temperatura mínima de -2ºC siempre y cuando no sea mucho el tiempo de exposición de esa temperatura.
En cuanto a la actividad vegetativa y reproductiva de los cítricos, estudios de diversas investigaciones han llegado a la conclusión de que el rango comprendido entre 23º y 34ºC es el óptimo para su crecimiento, rango en el cual es relativamente amplio pero que engloba distintas especies y variedades.

En base a esto, se enlistan a continuación los cítricos de mayor a menor susceptibilidad al frío:
- Cidro
- Lima
- Limonero
- Pomelo
- Naranjo dulce
- Naranjo amargo
- Mandarino
- Naranjo chino (el más resistente al frío de la lista).
Cabe mencionar que los cítricos requieren entre 1.800 y 2.000 horas sol al año.
* Humedad relativa
La humedad relativa es otro factor importante en la producción de cítricos ya que éste modera los efectos de la temperatura. En general, se considera que los cítricos necesitan 1250 mm de agua anual en regiones de atmósfera seca y de 900 mm en el litoral. Este factor climático no parece tener una influencia determinada sobre el desarrollo y comportamiento de los cítricos que pueden vegetar correctamente en varias condiciones, desde zonas con un 38% de humedad relativa hasta zonas con un 80% de humedad relativa.
La humedad afecta en los siguientes aspectos:
- La calidad del fruto, ya que con altas humedades los frutos tienen la piel más delgada y suave.
- La calidad del jugo.
- La caída de frutos, cuando es menor la humedad la caída de frutos es mayor.
- Ataque de enfermedades fungosas, especialmente.

* Precipitación en cítricos
No se conoce completamente el efecto de la precipitación (período y frecuencia), del brillo solar y de la temperatura sobre el desarrollo, maduración y calidad de las frutas y esto limita su aprovechamiento.
En México, la mayor parte de las plantaciones de cítricos dependen exclusivamente de aguas lluvias, mientras que en algunas se han adaptado sistemas mixtos; es decir, utilizan el agua lluvia durante unos meses del año y se deben complementar con riego durante la estación seca. Los requerimientos de agua oscilan entre 900 y 1.200 milímetros anuales bien distribuidos.
La mayor exigencia en consumo de agua es durante el desarrollo vegetativo y el crecimiento de las frutas, que normalmente coincide con la época de mayor precipitación pluvial en primavera verano en nuestro país.

* Viento
El efecto de los vientos en el cultivo de los cítricos está determinado básicamente por tres factores: la velocidad, temperatura y la humedad.
Aunque éstos no son limitantes, tienen su importancia por la acción que ejercen sobre los frutos, produciendo manchas y raspaduras en la cáscara (daño conocido como rameado), lo cual se traduce en un cierto porcentaje de fruta depreciada.
Se dice que el naranjo es muy sensible al viento, por otro lado los vientos secos y cálidos, son los que tienen los efectos más graves como la quemadura de la corteza, desecación de yemas, brotes, flores.
Así mismo, los vientos fríos pueden reducir la influencia del flujo de energía radiante de o los tejidos.

* Luminosidad
Así mismo, los cítricos requieren plantas de luz para los procesos de crecimiento, florecimiento y fructificación, que ocurre principalmente en la parte exterior de la copa. Esto significa, que a mayor exposición de las plantas a la luz solar resulta esencial para el rápido crecimiento de las plantas y los frutos.
Es por esto, la luminosidad es muy importante para la actividad fotosintética de la planta, que permite disminuir la acidez, afectando su relación con azúcares y temperaturas medias que promueven mayor síntesis de carbohidratos.

* Cítricos en zonas climáticas
- Trópicos
La mayoría de los cítricos se desarrollan bien en regiones tropicales. Un ejemplo son las naranjas dulces, ya que proliferan en tales regiones, pero la piel del fruto permanece verde-pálido y no desarrolla el color anaranjado característico, esto debido a la falta de temperaturas más bajas en periodos próximos a la cosecha.
Las naranjas dulces tienen un ciclo constante de floración y fructificación y hace que se vuelve más difícil distinguir los frutos maduros de los inmaduros. La caída de frutos durante la temporada es un problema con naranjas dulces cultivadas en los trópicos. Todo el cultivo de la toronja se restringe principalmente a los trópicos. Las limas también se limitan a regiones tropicales y subtropicales húmedas y calientes.
Cabe destacar que la altura sobre el nivel del mar es uno de los aspectos de mayor importancia a ser considerados dentro del trópico, pues dependiendo de ella varían las condiciones de precipitación, humedad relativa, temperatura y la luminosidad.
Cítricos como las limas ácidas, toronjas y pomelos producen mejor en altitudes por debajo de 1.000 metros sobre el nivel del mar. Las naranjas y mandarinas presentan un rango más amplio de adaptación que va desde el nivel del mar hasta los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Para las naranjas esta condición depende de la variedad, pues la altitud influye, entre otros factores, a determinar la calidad del fruto.
- Subtrópicos
En climas subtropicales con veranos calientes y húmedos e inviernos suaves, se producen frutos grandes, dulces con alta cantidad de jugo de buena calidad. Esto las haces ideales para uso industrial o consumo en fresco.
Ejemplo de estos frutos son las naranjas dulces y mandarinas, las cuales se cultivan predominantemente en las regiones subtropicales. Satsumas también se desarrollan mejor en climas subtropicales de clima más fresco.
- Semitrópicos y mediterráneos
En climas semitropicales y mediterráneos, los frutos de cítricos presentan un color de la corteza más brillante y una textura más suave, además de una óptima mezcla de azucares y acidez para la producción de frutos frescos.
Ejemplo de estos cítricos se encuentran las naranjas Navel y Sanguina, igual que algunos tipos de limones, son predominantemente limitados a los climas mediterráneos. Cabe destacar que en los cítricos en condiciones de clima mediterráneo la falta de agua constituye un factor limitante del crecimiento del fruto y en general de la producción.
* Los cítricos y el cambio climático
Las dificultades climáticas en el sector citrícola tienen principal efecto negativo en la baja productividad de los huertos y por ende en el abandono gradual de las plantaciones. Este fenómeno de cambios se da en las magnitudes y distribuciones meteorológicas de las variables climáticas clásicas que incluyen la temperatura, precipitación, humedad, velocidad del viento y la evaporación, los cuales provocarán cambios en los comportamientos fisiológicos de las plantas y a su vez impactarán en la productividad agrícola a escala global.
De esta manera, el cambio climático plantea serios desafíos para la citricultura y la adaptación a sus impactos por lo que los productores y sus sistemas de producción son cada vez más vulnerables a sus efectos.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) define vulnerabilidad ante el cambio climático como el “grado de susceptibilidad o de incapacidad de un sistema para afrontar los efectos adversos del cambio climático y en particular, la variabilidad del clima y los fenómenos extremos. Dicha vulnerabilidad dependerá del carácter, magnitud y rapidez del cambio climático a que esté expuesto un sistema, y de su sensibilidad y capacidad de adaptación”.
El sector citrícola es sensible al cambio climático y a la capacidad de los pequeños agricultores para desarrollarse. Es por esto, que es necesario adaptar las prácticas actuales y desarrollar nuevas estrategias de resistencia al clima en los sistemas de cultivos.
Sin embargo, otro reto importante de los estudios relacionados con la vulnerabilidad y adaptación al cambio climático es que, a pesar de la existencia de estudios físicos y geográficos sobre impactos de este fenómeno, a la fecha han permitido establecer escenarios de impactos a nivel territorial.
* Conclusión
El manejo de la información sobre precipitación, brillo solar, humedad relativa, relación temperatura máxima, mínima y promedia, radiación, dirección y velocidad del viento y evaporación, obtenidos de estaciones meteorológicas cercanas a los cítricos, permitirá ajustar los planes de manejo fitosanitario y nutrición.
Es por ello, que no sólo se trata de tener la información climática, sino de aprovecharla en beneficio de algún proyecto citrícola.
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