Descripción: El cobre (Cu) es un elemento esencial para el crecimiento de las plantas; sin embargo, estas mismas lo requieren en pequeñas cantidades, es por ello que se clasifica dentro de los micronutrimentos junto al hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), boro (B), molibdeno (Mo), níquel (Ni) y cloro (Cl). Una correcta cantidad de cobre en los tejidos vegetales llevará a que las plantas estén más sanas y a que manejen una mayor resistencia ante el ataque de plagas y enfermedades.
El cobre existe en los suelos como Cu2+ y la mayor parte de él es absorbido por la planta en esta forma; una vez absorbido, se acumula principalmente en las raíces. No obstante, el cobre se puede encontrar en el suelo de forma natural, ocupando un rango de presencia que oscila entre 0.05 y 0.5 ppm, mientras que en suelos deficientes la totalidad de cobre es menor a 0.5 ppm; para aquellos que son de calidad, este rango puede verse aumentado hasta alcanzar los 70 ppm. En líneas generales, esta es una cantidad suficiente para que los cultivos cuenten con los valores necesarios para sus procesos.
Por ello, cuando el cobre es deficiente las respuestas más comunes en los cultivos a la fertilización con este elemento son:
1) Mejora en la calidad de los frutos
2) Incremento en el crecimiento del cultivo
3) Reducción de enfermedades
Función: La función principal del cobre en la planta es la de participar como coenzima en varios sistemas enzimáticos involucrados en la formación y conversión de aminoácidos, así como en la desintoxicación de radicales superóxido; así mismo, es un componente de los cloroplastos (hasta 70 % de Cu total) y participa activamente en la síntesis de clorofila; también se le atribuye un papel importante en el desarrollo de color y sabor a los frutos; por lo que está involucrado en la formación de la pared celular y, como otros micronutrimentos, en el trasporte de electrones y reacciones de óxido-reducción.
Deficiencia: La susceptibilidad y síntomas de deficiencia de cobre varían con el cultivo; aunque el cobre no se mueve dentro de la planta, los síntomas de deficiencia aparecen en las hojas nuevas, por lo que cultivos como los cereales y los cítricos son más vulnerables a la carencia de cobre.
Algunos síntomas de la deficiencia pueden incluir:
- Hojas jóvenes retorcidas
- Las hojas jóvenes pueden presentar un color verde azulado
- Existe clorosis entre las venas de las hojas jóvenes
- Se manifiesta una apariencia compacta de toda la planta.
- Caída de hojas maduras
- Floración tardía
- Marchitez
En el maíz y los granos pequeños, las hojas jóvenes se vuelven amarillas y atrofiadas; los primeros síntomas pueden confundirse con los de heladas o sequías, mientras que en etapas avanzadas, las hojas pueden dorarse en los márgenes de manera similar a los síntomas de deficiencia de potasio (K).
En los granos pequeños, el ataque de enfermedades puede aumentar cuando el cobre es deficiente; el dorado de la cabeza y la flexión del tallo en la madurez son signos comunes de deficiencia de cobre en trigo y cebada. Sin embargo, en muchos cultivos de hortalizas, las hojas pueden verse marchitas, tener un tono azulado verdoso antes de volverse amarillas y rizadas, y la producción de flores disminuye.
FUENTES DE NUTRIENTES: