Este año podría estar marcado por una fuerte sequía. Basados en las tradicionales cabañuelas, los citricultores están temerosos de que la falta de lluvia sea un factor que los golpee en este año.
Humberto Tejeda Rodríguez, presidente de los Citricultores en Martínez de la Torre, señaló que de acuerdo con dicho proceso, que era el medio por el cual sus abuelos sabían si habría o no lluvia a lo largo del año, han establecido que en este 2023 no habrá lluvias suficientes, pues al menos durante los primeros doce días de enero no se registraron.
«Y ya vamos de regreso y no se ve que caiga agua, por lo que creemos, basados en las cabañuelas, que el 2023 será un año bastante malo para los productores», agregó.
De cumplirse el pronóstico que han basado en las cabañuelas, la situación para el sector citrícola sería devastador pues de por sí se enfrentan a otros problemas graves como las plagas que han dejado ya un gran daño en las huertas.
Tejeda Rodríguez recordó que en la zona la citricultura es de temporal y es escasa la superficie que cuenta con sistemas de riego, por lo que una sequía afectará a la mayoría de los productores de cítricos.
Ante ese panorama el líder de los citricultores reconoció que es indispensable el apoyo de los tres niveles del gobierno para enfrentar la situación anómala que se avizora para el sector más importante de la economía regional.