Un análisis del Banco de México (Banxico) estima que el sector agrícola, la industria manufacturera y el suministro de agua pueden perder el equivalente a 0.56% del producto interno bruto (PIB) —o 102 mil millones de pesos anuales— por la sequía excepcional vivida en el norte y centro-norte de la República Mexicana.
Las sequías son un fenómeno cíclico que afecta al territorio mexicano de forma recurrente, principalmente al centro y norte del país, y se han exacerbado por la deforestación y urbanización, lo que ha provocado un mayor costo de los bienes agropecuarios, señaló el Banxico.
A través del estudio “Sequía en México y su potencial impacto en la actividad económica”, la institución bancaria revela que “el sector agrícola puede tener pérdidas de 0.8 por ciento (por sequía severa), 0.12 por ciento (por sequía extrema) y 0.16 por ciento (por sequía excepcional) en la variación anual del PIB total”.
Asmismo, el sector de suministro puede sufrir pérdidas por 0.1 por ciento por los tres tipo de sequía.
“Si este fenómeno continúa recrudeciéndose, tanto en profundidad como en duración, en el mediano y largo plazo se podrían tener significativas consecuencias adversas sobre la calidad de vida de la población y sobre la actividad económica en general”, alerta el banco central.
Según Banxico, la industria agrícola y manufacturera que puede ser afectada por la sequía está ubicada en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
Al menos 35.2 por ciento de las empresas dedicadas a la manufactura y producción de bebidas están siendo afectadas por la escasez de agua en julio de 2022, de acuerdo con la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León (Caintra).
“El porcentaje de empresas afectadas por los incrementos en los precios de las materias primas, fue el más alto con un 39.6 por ciento”, explicó la Encuesta de Expectativas Económicas de Caintra del mes de julio de 2022.
Agrega que la escasez del agua en Nuevo León fue el segundo obstáculo más mencionado para el desempeño de las empresas, con un 35.2 por ciento de afectación.
“Las sequías se han ido intensificando en los años recientes como consecuencia del fenómeno climatológico conocido como La Niña, mismo que se ha extendido inusualmente por los últimos tres años, siendo en 2021 el episodio más grave de sequía en México desde 2012”, recordó Banxico.
Agregó que la deforestación, el cambio climático y la urbanización han contribuido a exacerbar las sequías: “En los últimos años, la proporción del territorio nacional afectada por sequía se ha incrementado, siendo las regiones del norte y centro norte las más susceptibles”.
En mayo de 2018, al menos 7 por ciento de los municipios, distribuidos en 11 entidades federativas, presentó niveles de sequía en categoría de emergencia. Y para septiembre de 2019, ese número se elevó a 18 por ciento repartido en 18 estados, mientras que para mayo de 2021 ese porcentaje fue de 35 por ciento distribuido en 23 estados de la República Mexicana.
“En julio de 2022, 19 entidades habían tenido al menos un municipio en estado de emergencia, siendo Coahuila, Baja California, Chihuahua, Baja California Sur y Sonora las entidades más afectadas por las sequías extremas y excepcional”, comentó Banxico.
Añadió que las sequías también han conducido a que el porcentaje de almacenamiento de agua en presas exhiba una tendencia a la baja, la cual se ha acentuado desde 2018. En el episodio de sequía en 2022, que aún no concluye y se estima que el 15.1 por ciento de la población del país habita en regiones que enfrentan problemas de escasez de agua, precisó el banco central.
Los economistas del Banxico contaron que un primer canal de afectación de la sequía a la actividad económica es a través del sector agropecuario, toda vez que el agua representa un insumo fundamental para estas actividades.
“El ciclo de generación de valor agregado del campo y la ganadería suele ser complejo, debido al estrecho encadenamiento en las etapas de producción, de modo que la falta de agua en las primeras etapas de cultivo puede comprometerse y aumentar los costos, incluso imposibilitar su cosecha”.
El sector agrícola es muy susceptible a recibir una gran variedad de choques de oferta, por lo que no es fácil aislar la contribución exclusiva de la sequía, señaló el Banco de México.
Precisó que el agua también es una materia prima indispensable para ciertos sectores de las manufacturas (algunos muy evidentes como la fabricación de bebidas y otros menos obvios como las industrias metálicas básicas.
A diferencia del campo donde la alta dependencia al agua hace que la falta de ésta represente una afectación per se, el impacto de la sequía en las manufacturas está mediado por las acciones de control y mitigación implementadas por las autoridades responsables.
El racionamiento de la distribución de agua puede entorpecer el proceso productivo de dichas actividades: “La captación, tratamiento, suministro de agua es una actividad productiva en sí misma, por lo que representa otro canal de afectación al PIB”.
“Los servicios no están exentos de enfrentar choques directos en situaciones de escasez extrema de agua, sus efectos son menos evidentes que para el otro caso de las actividades primarias y secundarias, y para los servicios se suponen únicamente los efectos indirectos derivados de los canales antes descritos”, destacó Banxico.