A través de diversas voces como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), grandes agroindustrias y los principales involucrados con la tierra: los productores, han alertado en diversos foros, sobre el aumento en la demanda de alimentos y también sobre el desafío en la gestión y escasez de los recursos naturales que se requieren para una buena agricultura.
El deterioro de los suelos y de la calidad del agua son solo un par de los diferentes retos que la industria agrícola enfrenta día a día y que ha ocasiona desequilibrios en todo el ecosistema. Esto dificulta no solo incrementar la productividad, sino la sostenibilidad del sistema agrícola.
El suelo no es eterno y la tierra requiere prácticas de cultivo amables para su regeneración; el ciclo de erosión parece interminable. Así es que algunos agricultores han adoptado la agricultura regenerativa.
Pero, ¿qué significa esta agricultura?, tener suelos saludables que funcionen por mucho tiempo, sin dejar de trabajar la tierra. Implica mejorar el ecosistema regenerando el suelo, aumentando la filtración y la retención de agua, y devolviendo al paisaje agrícola la biodiversidad.
La agricultura regenerativa permite tener ingredientes que mejoran la calidad y por si fuera poco, amplían la posibilidad de capturar más dióxido de carbono emitido al ambiente.
En la actualidad los monocultivos, las malas técnicas de arado, el retiro de hierba buena y la excesiva fertilización erosionan los suelos, más allá del proceso de evolución natural.
Esto ha eliminado la capa más fértil de la tierra y ha propiciado prácticas más agresivas para obtener los rendimientos deseados en la siembras.
Pero algunas empresas, ya se han sumado para ser parte de la solución a través de estrategias de sustentabilidad.
Las ventajas serán la reducción de gases de efecto invernadero, el respeto al medio ambiente y fomentarán una agricultura más orgánica, contribuyendo a que los suelos tengan mejor vida y biodiversidad.
Pero también hay desventajas porque requiere de la agricultura intensiva, mayor vigilancia, mayor conocimiento en el campo, más tiempo y dedicación. Los costos de los materiales son diferentes a los de un manejo convencional.
Lejos de volver al pasado, como algunos creen, la agricultura regenerativa es innovación, porque incorpora los conocimientos científicos de la nutrición del suelo con lo que se ayudan a disminuir la emisión de carbono a la atmósfera.
Si 95 por ciento de los alimentos proviene del suelo, el cambio en los métodos de cultivo es potencialmente beneficioso.
De acuerdo con la FAO, a nivel global:
33 por ciento de los suelos está degradado y toma unos mil años producir centímetros de tierra vegetal.
ENTRE 25 Y 75 por ciento de carbón ha perdido la tierra cultivable, el cual es enviado a la atmósfera en forma de dióxido de carbono.
MÁS DE 68 millones de personas han dejado sus localidades por los efectos negativos del clima y la erosión del suelo.